domingo, 18 de julio de 2010

Sobre vientos y caballos

Vientos y caballos, olas bravías.
mirando un mar profundo y oscuro
Donde no hay quien quiera esconderme
Donde el viento me tomará en sus brazos
para volar donde no existen
ni boca ni frente ni cuerpos que me contengan
Donde el amor ya no existe o no quiso existir
donde los cuerpos que debieran fundirse y protegerse
se desvanecen entre traición al amor verdadero
y creer que la razón es mejor que el corazón
donde se engaña a sí mismo y a quienes cree que está protegiendo
donde nada es verdad
mas que la peor traición
la traición a sí mismo

Así viento y caballos, olas
y mar se transforman en un ruido ensordecedor
que nubla el devenir
que desvanece el pasado y que hace del presente
un mal momento que no tiene mas que al engaño
por compañero y al dolor por centro y razón.

Ya no queda más que dejarse ir en ese viento ensordecedor,
que los caballos solo sean un impulso
y que el mar sea receptor
de la existencia sin razón
nada más que esperar
nadie que ofrezca sus brazos para descansar.

Sobre el viento en el isla, anónimo.