domingo, 18 de noviembre de 2007

Me vuelva a herir la gana regresando

Si, que me vuelva a herir la gana regresando, este es un gran temor que me invade cada cierto tiempo, poner todas mis ganas y jugarmela nuevamente, para que no suceda lo que desearía que pasara, me vuelvo fuerte y decidida cuando la gana me gana, y creo ser capaz de todo, para luego sentir que no es necesario, que la gana es solo mia y nadie más la comparte, y que además no sé si lo que deseo quiero que suceda, esta gana me invade y me transforma, me hace grande y a la vez infima, crezco y empequeñezco al mismo tiempo, soy feliz y sufro, todo en un solo momento, y aunque duela me gusta sentirlo, ser todo a la vez, sentir todo a la vez, me hace vivir de nuevo, y me mata dulcemente, pero me mata.
¿Contradictorio? por supuesto, como la vida misma, pero que al menos por ahora no me obliga a decidir, solo a vivir, contradictoriamente, en alegría y dolor, en lo sublime y la desesperanza, en la risa y el llanto, en el sentimiento que duele pero que se busca porque también es vivificante.
Vivir sin contradicción parece que no es vivir para mí, no es lo mio, lo mio es el riesgo, no el que viven otros, son extremos distintos pero para mi son riesgos pero solo para mi, nadie más lo verá así, lo verán como alteraciones, con prejuicio y calificación, sin ver que no hay juicio posible de aplicar, no hay prejuicio para analizarlo porque lo que surge sin buscarse, sin pedirse, sin que sea posible evitar no puede ser analizado.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Vida

Es la vida no más, hoy me cuestiono todo, la vida sigue su curso, y yo evito enfrentar dilemas, he tomado la desción simplemente de vivir, tratando de no dañar pero no quiero dejar de lado nada de lo que quiero, hay sentimientos que no he podido evitar, luchando por decádas, pero no puedo, tengo derecho a ser feliz, frase que estoy escuchando en una canción, me hace sentido plenamente, y lo soy, tengo mucho más que lo que muchos tienen, y lo quiero todo, siento que se me hace necesario tenerlo todo, quiero tenerlo todo, igual hay temores, pero lo que siento en algunos momentos especiales, supongo que adrenalina le llamaran algunos, es demasiado fuerte como para no quererla, me hace nueva, me hace viva, me hace SENTIR, con letras grandes, me hace sentirme joven, vital, plena, más de lo que siento en lo cotidiano.
Esos momentos están llenos de una sensación que es adictiva, que me dan seguridad, me dan lo necesario para seguir, me entregan más que muchos otros momentos que otros darían la vida por tener, y que a lo mejor no valoro lo suficiente, por eso quiero más, quiero esos momentos con aquello que me lo da, un aquello que me hace sentir como si no tuviera edad, como si fuera eterna, sin problemas, o con ellos pero sin el mismo peso que a diario, con una sensación total , un nervio inigualable, un momento que vale por miles, la sensación de permanecer en un momento de vida que fue inigualable, y que quiero retener, que es el que habria elegido para permanecer por siempre, suspendida en él, sin cambio, sin que nada se altere, pero permanecer allí, pues ese momento me hace nueva cada vez.